Escoltada por un magnífico robledal, recinto donde se celebran las fiestas, se encuentra la iglesia y la rectoral. En el arbolado se alza un crucero con un pequeño altar. Data esta construcción de la primera mitad del S.XVIII (o reconstruida entre 1722-1744), y en ella podemos contemplar la capilla mayor, dividida en dos tramos por arco de medio punto, y las bóvedas de cañón con lunetas. El retablo mayor (1737) presenta talla barroca, en tanto que el de la Dolorosa constituye una muestra de clasicismo ferreriano. La Virgen, casi de tamaño natural, luce la impronta estilística de Manuel de Prado.
Al pie del río Pereiro, entre robles, topamos con el regalo de un espacio natural complementado por el conjunto arquitectónico que forman la ermita de Santa Isabel, la fuente milagrosa, el crucero y el puente. Del puente arranca una senda que conduce a la cascada da Serra.
Por la Gándara transcurría la IV vía militar romana procedente de Brácara (Braga) y con destino a Astúrica (Astorga), tras pasar por Asseconia (Sergude) y Lucus, un dato que confirma la escritura de donación del obispo Sisnando al monasterio de S. Sebastián del Pico Sacro (año 914) y al propio miliario citado.
La gastronomía tiene su día entre marzo y abril: la exaltación de la oreja; el 1,2 y 3 de agosto se celebran las fiestas patronales; Santa Isabel el segundo domingo después de Corpus.